Infiel
Inseguridad fue lo que sintió al teclear aquellas palabras por última vez, al acertar en que no volvería a oír su voz.
Se esfumaron con aquel último aliento de esperanza las probabilidades de crear un universo compartido, de sentir que había encontrado su polo opuesto perfecto y que en un desliz anónimo puso punto y final.
No nos preparan para enfrentarnos a lo desconocido y menos para batallar con la persona que creímos conocer hasta los huesos, nadie dice que quizás el destino no está escrito y que la vida es lo suficientemente injusta como para derrumbar todo lo que nos rodea, para destruir cada pedazo de un mundo construido sin sentido.
No le enseñaron que nunca se conoce a alguien del todo, que tal vez la única real fue ella, que tal vez le ha hecho un favor desafortunado.
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