En Otra Vida
En otra vida no estaría escribiendo esta carta, quizás habría hecho las cosas mejor, de una forma más coherente, siguiendo a la razón, dejando de lado mis impulsos.
En otra vida mi madre y yo estaríamos juntas, tras haber hecho las paces, creando una tregua después de mil batallas, construyendo un enlace de esos que ojalá me hubiera tocado experimentar. Le hubiera contado que quizás ahora las cosas si funcionan, que estoy con la persona adecuada en el momento más catastrófico de mi vida, que se van las dudas cuando entro en un aula y que sigo con mis palabras fugaces, que aún no me he rendido.
En otra vida el día a día no sería una lucha constante, no tendría que intentar seguir aun cuando mi cuerpo pide desplomarse, no debería dar más cuando ya llegué a ese límite meses atrás. La única certeza de mi vida es que tal vez si estoy haciendo las cosas bien, que escogí el camino que me pertenecía, que me he ganado lo que ahora casi ni valoro.
En otra vida no me sentiría identificada con la música de Robe y probablemente mi playlist perfecta sería una mezcla de Arnau Griso, Eric Griso y Arnau Blank, canciones que marcan un antes y un después, siempre fieles a cada circunstancia.
Puede que en otra vida yo supiera quien soy, sabría con total seguridad cómo gestionar todo lo que sucede, no sería tan torpe como para romper todo lo que he construido a tropiezos, destruyendo la confianza de gente que sí estuvo.
Tal vez sabría que hacer, qué escribir, es probable que en otra vida hubiera dado con la solución a toda esta masacre.
Comentarios
Publicar un comentario