Un Referente.
Estar roto y creer que es cuestión de tiempo que todo se reconstruya, como si esperar fuera la solución. Esperando un cambio, ansiando que algo salga bien, reventada de tantas batallas, esperando cosas que ni en mis sueños se harían posibles. Reflejar que todo está bien, que te levantas con una motivación que se quedó obsoleta meses atrás, creyendo que las batallas y el insomnio son necesarios, que la lucha es la vía para alcanzar la meta, que la vocación mueve montañas y desborda ríos. Ingenua la paciencia, no llega lo esperado, meses donde la ansiedad acompaña a cada paso, el miedo de caer y no tener fuerzas suficientes para dar otro paso. Dos horas más, un fin de semana menos, no hay descanso, y no dejo de escuchar que es fácil, que lo que hago no tiene ningún mérito, que cualquiera podría hacerlo con los ojos cerrados. Entrando a ese aula compruebo la ignorancia que mueve el mundo, creyendo que es tan sencillo hacer las cosas bien, infravalorando a las personas que tienen el poder ...